¡Nunca te rindas!

Desde que descubrí la cocina en 1996, entendí que no solo se trataba de preparar platillos: era una ciencia, una experiencia, y sobre todo, una oportunidad infinita de innovación. Desde ese momento, supe que había mucho por hacer, por cuestionar y por transformar.
Mi camino no fue fácil. Llegué a Estados Unidos con sueños enormes y cero atajos. Mi primer uniforme fue un trapo y un recogedor, lavando platos y limpiando mesas. Pero lejos de desanimarme, cada paso que daba me empapaba más del negocio gastronómico. Aprendí desde abajo, observando lo que funcionaba y lo que podía mejorar, soñando con el día en que ayudaría a otros a lograr lo que parecía imposible.
Trabajo con personas que aman la cocina pero que necesitan guía en las demás áreas del negocio. Ayudo a despejar dudas, resolver miedos, organizar operaciones y convertir la pasión en un proyecto rentable, profesional y sostenible. Lo que me diferencia es la pasión auténtica por ver crecer a otros.
Hace muchos años, alguien muy cercano me dijo:
“Nunca vas a ser nadie.”
Esa frase, lejos de destruirme, se convirtió en mi gasolina. Desde ese día, he trabajado incansablemente para demostrar que estaba equivocado.
Quiero empezar